La evaluación cardiovascular es una estrategia preventiva que busca detectar los factores de riesgo (hipertensión, diabetes, colesterol elevado, entre otros) o patologías cardiovasculares sin síntomas. Con la finalidad de disminuir el riesgo y prevenir los eventos cardiovasculares (infarto de miocardio, infarto o hemorragia cerebral, isquemia vascular periférica, etc).

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Incluye una valoración clínica, laboratorio, estilo de vida, electrocardiograma, monitoreo ambulatorio de la presión arterial, detección de trastorno del sueño, índice tobillo brazo, etc; con cuyos resultados se establecerán los riesgos y se desarrollará un plan individualizado, para intervenir sobre los factores de riesgo que sean modificables.

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Se promueve y recomienda un estilo de vida saludable, cambio en la alimentación, actividad física y bienestar psicosocial.